martes, 21 de junio de 2011

PELÍCULA TESTIMONIO_2

“Testimonio”, la vida de Juan Pablo II según su Secretario Personal


06/04/2009


El próximo 8 de abril TRIPICTURES saca a la venta en DVD la película documental “Testimonio”, un sorprendente relato sin precedentes sobre la vida privada, espiritual y pública de Karol Wojtyla, un hombre que llenó las vidas de millones de personas y que ha sido sin duda uno de los líderes más influyentes del mundo en el siglo XX. A través de imágenes de archivo nunca vistas antes, recreaciones históricas y entrevistas clave con el que fue durante 40 años Secretario personal del Pontífice, ”Testimonio” es una mirada sin precedentes a la vida privada, espiritual y pública de Karol Wojtyla.

La película está basada en el libro ‘Una vida con Karol’, escrito por Monseñor Stanislaw Dziwisz , Secretario personal del Pontífice durante 39 años. Dziwisz cuenta en el libro un hecho que ya era conocido, que Juan Pablo II realizó un exorcismo en el Vaticano a una mujer endemoniada. El cardenal de Cracovia (Polonia) asegura asimismo que Karol Wojtyla, del que se cumplen 30 años de su elección como Papa, incluso realizó milagros en vida. A este respecto, Benedicto XVI, tras ver el filme durante su estreno mundial en el Aula Pablo VI del Vaticano, reiteró  su convencimiento de la santidad del Papa Wojtyla, del que dijo “que está en el cielo”.

El actual Obispo de Roma, que en la película aparece en numerosas ocasiones con Juan Pablo II, afirmó que el Pontificado de Wojtyla está marcado por dos expresiones: “Abrid las puertas a Cristo, no tener miedo” y “Dejadme ir al Señor”, pronunciadas en el lecho de muerte. Benedicto XVI manifestó que el filme lleva a aquella tarde del 16 de octubre de 1978, cuando el recién elegido Papa, el primero polaco y el primero no italiano desde hacía siglos, se presentó ante los fieles afirmando: “si me equivoco (con el idioma) me corregiréis”. “Era el primer encuentro del recién elegido Obispo de Roma, venido de la lejanía, con la ciudad y el mundo. El cardenal Karol Wojtyla, arzobispo de Cracovia, eligió llamarse Juan Pablo II, como continuidad con su predecesor, Juan Pablo I, el Papa Albino Luciani que guió la Iglesia sólo 33 días”, señaló Benedicto XVI. Benedicto XVI agregó que Juan Pablo II ha marcado la historia de la Iglesia y del mundo en la última mitad del siglo XX y al inicio del tercer milenio y que, gracias a esta película, quien no le conoció “puede intuir su pasión evangélica”.

Testimonio “, dirigida por el polaco Pawel Pitera, está rodada entre el Vaticano, Cracovia, Wadowice (pueblo natal de Wojtyla), Portugal y Alemania y los narradores son el mismo cardenal Dziwisz y el actor Michael York. El productor, Przemyslaw Hauser, explicó que la película es el testimonio del cardenal sobre “la figura de un ‘hombre, un Papa’ que pertenece a todo el mundo”. “No se trata del calendario de la vida de Juan Pablo II. Hemos mostrado a un hombre al cien por cien”, agregó.

En el filme el cardenal Dziwisz desvela un hecho que se ha mantenido en secreto durante 26 años, que Juan Pablo II fue herido de arma blanca por el sacerdote integrista español Juan Fernández Krohn en el santuario de Fátima el 12 de mayo de 1982. El Papa había ido a Fátima para agradecer a la Virgen que le hubiera salvado del atentado de la plaza de San Pedro del 13 de mayo de 1981, cuando fue tiroteado por el turco Ali Agca. El cura español, según se ha sostenido hasta ahora, fue detenido antes de lograr su objetivo. Sin embargo, el cardenal Dziwisz cuenta ahora en la película que el Papa fue alcanzado, ya que cuando llegaron a una habitación del santuario de Fátima “había sangre” en la sotana. Juan Pablo II continuó su viaje a Fátima, sin darle importancia al caso y Krohn fue arrestado y tras varios años en prisión expulsado de Portugal.

Al estreno de la película asistieron varios miles de personas que llenaron el Aula Pablo VI del Vaticano, entre ellas cardenales y los prelados que asisten el Sínodo de Obispos. También asistieron centenares de polacos, que al final de la sesión cantaron, en polaco, “La barca de Pedro”, del español Cesáreo Garabain, a la que se sentía muy ligado Juan Pablo II. Wojtyla contó en numerosas ocasiones que “La Barca de Pedro” le acompañó durante su papado, se la cantaron cuando abandonó Cracovia para asumir las riendas de la Iglesia y la escuchó desde entonces (1978) en miles de ocasiones. “La barca”, decía, formaba parte de su vida.